A tres años de que el mundo sufrió la pandemia de coronavirus y las secuelas que quedaron no solo en materia económica sino en la salud mental de muchas personas producto de las restricciones que los gobiernos anunciaban en momentos complejos, hoy los aplausos diarios para el personal de salud ya quedaron atrás pero no el recuerdo permanente de quienes en ese momento le dieron batalla al virus y pusieron su integridad física para cuidar la población.
Edgar Mora es un enfermero con un trayectoria de 30 años en el sistema de salud y actualmente se desempeña en el Centro de Salud del Barrio 11 de Octubre, fue uno de los que estuvo desde el minuto cero de la pandemia trabajando no solo con la vacunación, sino con los hisopados y la atención a los pacientes.
“Fue algo difícil porque estábamos con muy poca información sobre lo que era el virus y como nos iba a atacar y como nos íbamos a defender, que no nos contagiaríamos, teníamos el procedimiento por ahí de haber trabajado en alguna terapia con camisolines, cofias y eso nos ayudó a mantener una disciplina a muchos, no teníamos el remedio y cuanto iba a pasar o tardar en salir de esta situación y escuchábamos que no teníamos una cura rápido y los que estábamos al frente no teníamos como prevenirlo” expresó en diálogo con la FM Red Social 97.9

El enfermero contó que se tenía en cuenta que el covid viajaba en avión y eso se iba a propagar pero sin tener encuentra los tiempos en los que se iba a expandir: “Todos vivíamos una vida normal hasta que comienzan a llegar los DNU que nos teníamos que quedar en casa y los sistemas de salud tener todos los medios y entrenarnos todos para la batalla, fuimos soldados que en la misma batalla nos fuimos entrenando, los hisopados tuvimos que aprender para hacerlo” comentó.
Según recordó respecto a las autoridades que los nombraron como héroes en ese momento hoy en día son parte de los trabajadores como que reclaman y les habían anunciado varias mejoras hasta edilicias pero eso quedó solo en promesas: “Fue toda una campaña para estar bien ante la sociedad que no estaba en la trinchera, pero los que estábamos quedamos igual, viéndolo después de tanto tiempo es que con algo que se te presenta de golpe trabajas con la voluntad de la gente de salud y con los recursos que teníamos, mucha colaboración de algunas empresas y comercios, la solidaridad de la gente” sostuvo.
Para Edgar la cuarentena era necesaria en un principio para controlar la enfermedad, pero después los políticos hicieron que se distorsionara y muchos de ellos no dieron el ejemplo. Recordó que en el sistema de vacunación junto a los voluntarios de Cruz Roja y Scouts fue uno de los momentos que le quedó grabado el trabajo en equipo durante más de 12 horas por días y el reconocimiento de los vecinos que llevaban alimentos y los felicitaban.
Contó que muchas veces pasaban medio día en el vacunatorio que funcionaba en la Casa de la Cultura o el hospital, regresaban a sus domicilios a descansar por unas horas y regresaban: «Era llegar a la casa y tener una bolsa de comercio preparada para poner la ropa ahí afuera y previamente antes de subir al auto rociarme con alcohol, rociar todo y pasar por el lavarropa casi desnudo y meterme a bañar rogando no contagiar a ningún familiar» indicó.