
Desde el comienzo de la primavera y la liberación de las restricciones para circular Centenario volvió a ser una de las ciudades en donde el descontrol es moneda corriente durante la madrugada, en particular los viernes y los fines de semana donde autos y motos con escapes libres generan malestar entre los vecinos y un reclamo constante, pero además las picadas en calles del Casco Viejo, la Plaza del Bicentenario y en la Ruta 7 es algo de nunca acabar.
El municipio demostró también su ausencia ante todo esto ya que los controles se centran en la Ruta 7 pero durante la mañana y siempre en el mismo punto, lo mismo con otros realizados durante la tarde y noche en calles del Barrio Sarmiento, pero luego todo es tierra de nadie respecto también a ruidos molestos.
Ahora se suma otra preocupación, el balneario municipal y la zona del Paseo Costero, donde se registran peleas como sucedió el último domingo entre dos mujeres que se tomaron a golpes de puño por varios minutos y no se observaba tampoco presencia policial como sucedió en otras temporadas como la anterior. Vecinos que relataron que varios automovilistas iban alcoholizados al volante y salían a alta velocidad por las calles de los barrios cercanos y hacia la ruta Centenario-Cinco Saltos.
Pero sin dudas lo que más preocupa es la liviandad con la que las autoridades municipales tratan los temas porque a pesar de los reiterados pedidos hasta de funcionarios policiales por reunirse para cambiar esa realidad la negativa es rotunda.