El delincuente apodado “lagrimita” sigue haciendo de las suyas en Centenario y una vez que recupera la libertad por orden de la Justicia, a las horas vuelve a robar. Es que tras intentar robar en dos oportunidades en la farmacia Global de Honduras y Libertador, en una tercera logró concretarlo y además en la huida apuñaló a una cabo policial provocándole heridas leves.
Pero una vez que recuperó la libertad regresó al lugar y también con un arma blanca de fabricación casera, un hierro del 8, nuevamente amenazó a efectivos policiales que procedían a demorarlo.
Lejos de que todo quedara ahí y saliera de la comisaría Quinta con otras intenciones, el domingo por la noche, cerca de las 23, ingresó a la base de taxis «4020» de calles República Argentina casi Panamá, bajo amenazas a la mujer que trabajaba en ese lugar le sustrajo 300 pesos y no conforme con eso le propinó un golpe.
La víctima fue trasladada al Hospital Natalio Burd donde la entrevistó personal policial de la Comisaría Quinta. Inmediatamente iniciaron un patrullaje en búsqueda del sujeto, en calles Gabriela Mistral y Natalio Burd lo pudieron demorar, por tercera vez en cuatro días, en ese momento llevaba un neumático que había robado de una camioneta.
Cuando lo ingresaban a la sede policial amenazó a efectivos policiales, por lo que a la causa iniciada por robo calificado le sumaron la de amenazas. Entre los vecinos ya la situación es límite y el domingo por la noche se supo que incendiaron una casilla de calle Jorge Luis Borges al fondo la cual el ladrón utilizaba de aguantadero.
Además no se descartaba que taxistas se movilizaran luego de lo ocurrido, es que no es la primera vez que roba en una base de taxis y agrede a mujer. La sociedad centenariense comenzó a hartarse del tibio accionar de la Justicia y se pregunta cual será el límite para este sujeto en la ciudad.
