
Una joven madre de Centenario fue acusada por la fiscalía neuquina por sacudir a su bebé y generarle graves lesiones a nivel cerebral. El síndrome de «bebé sacudido» dejó importantes secuelas en la beba, que sólo tenía entre uno y dos meses de edad al momento del hecho.
En una audiencia de formulación de cargos realizada la semana pasada, el asistente letrado de la Fiscalía de Violencia de Género y Doméstica, Marco Lupica Cristo, relató el hecho por el cual se la investiga desde comienzos de año.
De acuerdo a lo que consignó el diario La Mañana Neuquén, la teoría de la fiscalía es que, «entre el 23 de diciembre de 2020 y el 23 de enero de 2021, la mujer, encontrándose sola con su hija de -entonces- un mes de edad y en al menos una oportunidad, la tomó en brazos y la sacudió fuertemente, produciendo en la niña un cuadro médico conocido como ‘shaken baby’, que le ocasionó diversas lesiones cerebrales y gravísimas».
Como contexto, Lupica Cristo relató que la beba nació prematura en noviembre de 2020 en el Hospital Natalio Burd de Centenario, y fue dada de alta junto a su madre recién al mes siguiente, el día 23. Desde entonces, «estuvo bajo el cuidado exclusivo de su madre, y durante los dos meses que vivió con ella, hasta el momento de ser internada, la mujer nunca la dejó sola al cuidado de otra persona».
Aún así, «de manera previa a la externación, por situaciones de alarma por el trato de la madre con la niña durante la internación, el personal médico dio intervención al equipo psicosocial, quienes a su vez solicitaron asesoramiento a la Defensoría de los Derechos del Niño y el Adolescente», y tras las entrevistas pertinentes, se estableció que la mujer necesitaba acompañamiento en la crianza de la beba.
Un mes pasó la niña en su hogar hasta que, el 23 de enero, su padre, que acudía todos los días a verla, notó que la beba «no se encontraba bien, lloraba mucho y comenzó a convulsionar», motivo por el cual llevó a la niña junto a su madre nuevamente al hospital. Dada la gravedad de su cuadro, quedó internada y se le comenzaron a realizar estudios.
Es por esto que la fiscalía asegura que «específicamente como consecuencia de la sacudida», la beba quedó con una importante lista de lesiones a nivel cerebral.
«Estas lesiones producidas son determinantes de secuelas neurológicas, que por el momento de vida de la beba, no son cuantificables ni evaluables. Asimismo, la respiración es por traqueostomía y la alimentación asistida de manera no natural por sonda nasogástrica. Estas son sin duda secuelas objetivables y por el momento, atento a lo informado así por los médicos, permanentes. Además, por las lesiones causadas, ha estado en peligro la vida de la niña de una manera real y efectiva», subrayó el asistente letrado.
Al acusar a la mujer, le otorgó al hecho la calificación de lesiones gravísimas culposas. Dentro de la evidencia, enumeró informes médicos y psicosociales, entrevistas a profesionales del hospital y tanto a la madre de la beba como a su padre y su abuela.
Entre las pericias complementarias a realizar, mencionó una pericia psicológica a la acusada, lo que podría implicar luego un cambio en el rumbo de la investigación dependiendo de su resultado. La defensora oficial Ivana Dal Bianco se opuso a los cargos elegidos por la parte acusadora, siendo que «no se explicó el deber de cuidado vulnerado del tipo culposo».
El juez de garantías Cristian Piana no coincidió con su postura al expresar: «Tanto al hablar de madre como de padre -no en términos de género, sino de persona que tiene a su cargo-, de allí se desprende el sinnúmero de obligaciones y responsabilidades correlativas a dicha función. Asimismo, era con quien convivía, estuvo a su cargo».
Por este motivo, dio por formulados los cargos contra la sindicada, teniendo en cuenta también que se trata de una etapa incipiente de la investigación. El plazo para la misma se fijó en cuatro meses.
Actualmente, la niña fue dada de alta del hospital y se encuentra al cuidado de su tío. Se está trabajando en la revinculación con su madre.