Los fines de semana las fiestas clandestinas en Centenario pasaron a ser una preocupación para las autoridades policiales, los llamados son varios durante la madrugada del sábado y domingo, los móviles acuden a los domicilios indicados y en ese momento bajan el volumen de la música, aunque en el exterior hay vehículos y el relato de los vecinos no coincide con el de los propietarios.
La limitación en el accionar de los efectivos es que no pueden ingresar a verificar lo que sucede y una vez que se retiran la música vuelve a sonar “a lo que da”.
Según confiaron a CD, el sábado por la tarde hubo una intervención en un domicilio de calle María Eugenia Figueroa donde se iba a desarrollar una fiesta, pero al parecer el lugar elegido fue otro. En la madrugada del domingo en calle Santa Teresa de Jesús los efectivos arribaron porque fueron alertados de la presencia de varias personas y disparos en ese sector de la segunda meseta.
Muchos de los organizadores de este tipo de eventos ilegales convocan por Instagram o grupos de WhatsApp, lo mismo sucedió en Villa Obrera donde desde principios de mes en cercanías al destacamento del puente, quienes residen allí contaron que llegaron más de 200 adolescentes y jóvenes con bebidas alcohólicas, la gran mayoría en autos.
Si bien ante este tipo de situaciones se da intervención al Juzgado de Faltas de la ciudad, lo cierto es que también se notifican a quienes transgredan el artículo 205 del Código Penal, porque en la actualidad rige una emergencia sanitaria y de 2 a 6 no está permitido circular si no es por motivos laborales o una urgencia.
