
En la Plaza San Martín de Centenario no hay llamado de atención o prohibición que valga para la fuente de agua ubicada en el centro la cual desde que fue inaugurada deben realizarle una limpieza todas las semanas y llenarla con un camión cisterna.
Dos adolescentes se habían filmado la semana pasada en horario nocturno en malla y con el torso desnudo bañándose como si fuera una piscina sin tener en cuenta el riesgo que esto implica por el sistema de caños y por las instalaciones para la iluminación.
Pero mas allá del comunicado que dio a conocer el municipio reiterando la prohibición de bañarse en este lugar, a las pocas horas, en la calurosa tarde del lunes 28 al menos cuatro menores de edad aprovecharon que el sistema de impulsión de chorros de agua estaba apagado y se metieron para comenzar a juntar las monedas de la fuente, la que vecinos arrojan pidiendo deseos o tal vez por la misma tradición.

Pero no solo se puede responsabilizar a los menores porque a pocos metros había mayores a cargo los cuales no les dijeron nada y hasta casi motivaban a que hicieran esto, lo mismo con otro adolescente que ingresó a la fuente y se bañó como si fuera una pelopincho en un domicilio, también es constante ver que varios utilizan los juegos para personas con discapacidad y la plaza banda.
No aprenden, no aprendemos y no cuidamos más allá de que varios espacios verdes de la ciudad no estén en condiciones como este y eso si es responsabilidad del municipio. Según información a la que accedió CD, las autoridades municipales evaluaban implementar un control con personal en determinados horarios para que estas situaciones y el vandalismo no avancen a tan poco de la inauguración de las obras.
